La primera sección de la Compañía de Comandos 602, que con un agregado del 601 tenía la misión de adentrarse 40 kilómetros delante de la primera línea nacional para informar sobre las actividades británicas tras el desembarco en San Carlos.
Recién llegados a Malvinas y con data imprecisa sobre la ubicación del enemigo, el capitán José Vercesi y sus doce hombres partieron de Puerto Argentino la gélida mañana del 29 de mayo de 1982 a bordo de dos helicópteros que volaron a ras del piso para evitar radares y posibles ataques. Así llegaron al pie de Monte Simons, sin saber que a escasa distancia había un campamento británico. Según lo acordado, el rescate sería al tercer día. El ascenso les llevó toda la jornada, pero desde la cima lograron divisar un corredor aéreo de helicópteros enemigos que transportaban cañones y bultos, movimientos que lograron transmitir hasta que los marines les bloquearon las comunicaciones.
La mañana del 30, tras una noche nevada, el grupo de élite
emprendió la vuelta sobre la dificultosa turba rumbo a Fitz Roy, que si bien
estaba a 25 kilómetros en sentido sur a la capital isleña, era donde se
encontraba la sección argentina más próxima. Con sus hombres mojados hasta la
cintura tras haber cruzado el arroyo Malo y previendo otra noche helada,
Vercesi tomó la riesgosa decisión de hacer un alto en el puesto ovejero, un
galpón de madera y chapas que tenía dos plantas. "Admito que fue un error
guarecernos allí, pero había condicionamientos: era eso o arriesgarme a perder
la mitad de mi gente, que tenía principio de congelamiento en los pies",
recuerda hoy el ex jefe del comando.
Ten Espinosa en la ventana de la casa. dib. S.Fernández |
Una granada mató a Espinosa al instante, pero su acto de
entrega les dio tiempo a sus compañeros para dejar el galpón antes de que se
incendiara y para correr hasta la orilla del arroyo, donde se apostaron para
luchar. Los más rezagados lograron saltar entre el fuego, por una ventana y un
tragaluz a cinco metros de altura. "Nosotros salimos combatiendo y eso
sorprendió a los británicos porque pensaban que nos íbamos a rendir desde
adentro", explica Vercesi. Boswell lo confirma: "Los argentinos no
debían haber permanecido dentro de la granja, pero suplieron esa falta de
profesionalidad con valor. Todos los que pudieron salieron de la casa y
lucharon hasta que no pudieron más", reconoció el capitán británico en un
documental de la BBC dedicado a Top Malo.
Restos de la casilla Top Malo en la que perdiera la vida el teniente Espinosa |
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