Héroe de Malvinas : gendarme sargento mayor (pm) Ramón G. Acosta
Sagento ayudante Ramón Gumersindo Acosta, integrante del Escuadrón ¨Alacrán¨ de Gendarmería Nacional; nacido en Colonia Santa
Rosa, Formosa y caído en combate el 10 de junio de 1982 en Islas Malvinas.Ascendido a Sargento Mayor (post mortem).
Formó parte de los cuarenta gendarmes que partieron a
Malvinas el 28 de mayo a las 19 hs. a bordo de un Hércules C-130. Dicho
escuadrón, compuesto por todos combatientes profesionales sufriría siete
muertes; la mayor proporción de bajas en relación al número de integrantes de
una unidad.
Ya en Malvinas, el 30 de mayo, el helicóptero en el que se
transportaba parte del grupo "Alacrán", buscando infiltrarse detrás
de las líneas enemigas, fue alcanzado por un misil lanzado por un "Sea
Harrier". En dicha acción Ramón Gumersindo logró salvar la vida de varios
de sus compañeros entre las llamas del aparato.
Aquel el 30 de mayo de 1982 el Escuadrón Alacrán, apenas dos
días después de haber aterrizado en Malvinas. La difícil misión que les tocó
fue en el Monte Kent, en la isla Soledad, y el movimiento consistía, tal como
recordó Aranda, en "el traslado de la sección de tiradores para prestar
seguridad a una zona peninsular en la que podía haber un ingreso de tropas
inglesas". "Había que llegar, permitir que nos sobrepasaran los
ingleses, abrir fuego y volver combatiendo hasta la zona de ingreso a Puerto
Argentino, con el objetivo de ocasionar la mayor cantidad de bajas
posible", detalló. Sin embargo, el helicóptero en el que se desplazaban
fue alcanzado por un misil, que rozó el rotor de la cola y provocó el
desequilibrio del aparto. La pericia del piloto evitó que se estrellara y logró
que el helicóptero cayera de nariz y se recostara sobre su puerta derecha.
El entonces subalférez de la Gendarmería Nacional Oscar
Aranda relata: "A mí me salvó un pedido del subalférez Guillermo Nasif,
quien me sugirió que, al ser zurdo, era mejor que yo me colocara junto a la
puerta izquierda para facilitarme así las maniobras de disparo. El helicóptero
cayó sobre su parte derecha, se prendió fuego y Guillermo murió. Yo veía todo
negro y tenía la mochila trabada, con todas las municiones dentro. Pude ver, en
un determinado momento, una especie de mosaico de cielo y empecé a trepar.
Logré sacar un brazo y una parte del cuerpo, y el sargento ayudante Ramón
Acosta me ayudó a salir del helicóptero". Desde allí volvieron, caminando
a Puerto Argentino. A Aranda se le prendió fuego el uniforme, pero no tuvo heridas
en la piel. Solo sufrió el desgarro de los músculos del estómago, ya que un
compañero suyo se había abrazado a sus piernas al momento de salir del
helicóptero. El escuadrón sufrió, en esa primera operación bélica, seis bajas:
las del primer alférez Ricardo Julio Sánchez, el ya mencionado subalférez
Guillermo Nasif, los cabos primeros Marciano Verón y Víctor Samuel Guerrero, el
cabo Carlos Misael Pereyra y el gendarme Juan Carlos Treppo.
Escuadrón ¨Alacrán¨ de Gendarmería Nacional en Islas Malvinas |
Siete días más tarde, Gumersindo Acosta sintió la necesidad
de escribirle a su hijo mayor. “No quiero que esté enojado porque me fui sin
decirle adiós, no quiero que eso lo distraiga de sus estudios”, le dijo a un
suboficial.
Se había marchado el 26 de mayo sin despedirse. Había
abrazado por última vez a su mujer Virginia y a su hija Sandra en su casa de
Paso del Rey, provincia de Buenos Aires, la mañana en que partió hacia campo de
Mayo y de allí hacia las islas. Pero Diego ya estaba en el colegio y no pudo
decirle cuánto lo quería, cómo le gustaban las tardes en la que escuchaban
juntos chamamé, cómo le divertían las peleas porque él era hincha de Racing y
su hijo de Independiente.
Había caminado despacio frente a la escuela donde Diego cursaba sexto grado, pero siguió de largo. “No quise interrumpir la clase, estaba de uniforme y no quería que pensaran que uno buscaba ufanarse por el clima de algarabía que existía por Malvinas”, le dijo a un compañero ya en las islas.
El 2 de junio, en su refugio cercano a Monte Kent, redactó
en un pequeño y arrugado papel la carta para su hijo que estaba por cumplir 12
años. Esa carta fue su testamento.
"Querido hijo Diego, que tal muchacho? Como te encuentras?
Perdóname que no me haya despedido de ti, pero es que no tuve tiempo, por eso te escribo para que sepas que te quiero mucho y te considero todo un hombrecito y sabrás ocupar mi lugar en casa cuando yo no estoy.
Te escribo desde mi posición y te cuento que hace dos días iba en un helicóptero y me bombardearon, cayo el helicóptero y se incendió, murieron varios compañeros míos pero yo me salve y ahora estamos esperando el ataque final.
Yo salvé a tres compañeros de entre las llamas. Te cuento para que sepas que tienes un padre del que puedas sentirte orgulloso y quiero que guardes esta carta como un documento por si yo no vuelvo, o si vuelvo para que el día de mañana cuando estemos
juntos me la leas en casa.
Nosotros no nos entregaremos, pelearemos hasta el final y si Dios y la Virgen permiten nos salvaremos.
En estos momentos estamos rodeados y será lo que Dios y la Virgen quieran. Recen por nosotros y fuerza hasta la victoria final.
Un gran abrazo a tu madre y a tu hermana, cuídalos mucho, como un verdadero Acosta.
Estudia mucho.
VIVA LA PATRIA
Cariñosamente.
RAMÓN ACOSTA
La última misión del sargento ayudante Acosta
El 10 de junio, la patrulla de Gendarmería en una emboscada de tropas británicas en las cercanías del Monte Kent, resultando el sargento ayudante Ramón cae herido de
muerte.
La sepultura del gendarme Ramón Gumersindo Acosta, en el cementerio de Darwin, Islas Malvinas, fue identificada en 2017
Chapa identificatoria del sargento ayudane Acosta |
Reconocimientos y homenajes
Escuela Nº 483 del Barrio Santa Maria, de la localidad de
Comandante Fontana, provincia de Formosa, lleva su nombre.
La Gestoría Nº 43, en la Escuela de Suboficiales Cabo Raúl.
R Cuello, Jesús María, provincia de Córdoba, lleva su nombre.
Medalla " La Nación Argentina al Valor en combate"
porque: "Al ser abatido el helicóptero en que era transportado como
integrante de una patrulla de exploración, rescatar de la aeronave en llamas a
personal herido y atrapado, con riesgo inminente de perder su vida por la
explosión del material bélico que se transportaba, hecho que se consumó a poco
de concluido dicho salvataje. Posteriormente continuar en el cumplimiento de la
misión asignada, combatiendo con valor ante enemigo superior, oportunidad en la
cual ofrendó su vida".
Del libro "Malvinas 82 Historias de una guerra",
Santiago Capurro Robles, Editorial Dunken
Declarado "Héroe Nacional" por ley 24.950
TODO UN HEROE ARGENTINO DEL CUAL NOS TENEMOS Q SENTIR ORGULLOSOS
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