martes, 12 de marzo de 2019

Malvinas : Identificaron los restos de otros dos soldados argentinos


Identificaron los restos de otros dos soldados argentinos caídos en las Islas Malvinas

Se trata de Eduardo Antonio Vallejos y Carlos Alberto Frías. Sus familiares viajarán a Malvinas a vistar sus tumbas identificadas.

SOLDADO CLASE 62. CABO (POST MORTEM) CARLOS ALBERTO FRÍAS 
– EJÉRCITO ARGENTINO

REGIMIENTO INFANTERÍA MECANIZADO N°12

Fue radiooperador dentro del RI 12 a cargo del Tte Coronel Piaggi. Falleció el 28 de mayo del ’82, en el combate terrestre de Darwin. 

Fue llevado al hospital británico instalado en la guerra en Bahía Ajax. Pero no fue identificado después. Había nacido el 15 de octubre de 1962 en la capital de Corrientes. 

Su mamá, Petrona, fue cuatro veces a las islas. La última a los 71 años, en 2009.



SOLDADO CLASE 63. CABO (POST MORTEM) EDUARDO ANTONIO VALLEJOS – EJÉRCITO ARGENTINO

GRUPO DE ARTILLERÍA AEROTRANSPORTADA Nº4

El soldado Vallejos había nacido el 20 de noviembre de 1963 en Córdoba. Su familia, también, oriunda de Alta Córdoba, vivió toda la vida frente a una plazoleta en la que Eduardo, de pequeño, jugaba junto a sus hermanos. Era el tercero. La misma, tras su muerte, fue bautizada con su nombre. La familia del soldado Vallejos relató que durante la guerra envió cuatro cartas. La primera el 29 de abril y la última el 4 de junio, una semana antes de morir. "Háganle caso a papi y a la mami", le decía a sus hermanos.
Partió a Malvinas el 24 de abril de 1982. Su padre, Isidro, alguna vez contó que su hijo murió durante una noche infortuita. "No debía estar allí", dijo. Allí era una trinchera, la cual compartió con Roberto Pintos, en donde ambos debían hacer la guardia hasta el amanecer.

El soldado Eduardo Vallejos, amigo de Edgardo Esteban (*), hoy periodista militante del kirchnerismo - se ofreció para cubrir el puesto que dejó Esteban. A los pocos minutos, una bomba inglesa cayó a dos metros de la trinchera donde estaban los soldados Vallejos y Pintos.

Las esquirlas de la bomba que explotó a dos metros lo hirieron de muerte al soldado Vallejos. Su compañero, el soldado Pintos tuvo una reacción previa, instantánea, rápida. La misma le salvó la vida. Vallejos, en cambio, fue víctima de una milésima de segundo que lo dejó en la isla para siempre.

(*) Esteban no solo abandonó su puesto y permitió que su cobardía fuera la causa de la muerte de su compañero, sino que pasó el resto de la contienda en Puerto Argentino sin que la guerra o el hambre lo rozaran.
Al volver al continente escribió un libro con el cual se hizo una película, “Iluminados por el fuego” donde pintaba como borregos a sus compañeros.

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