sábado, 17 de noviembre de 2018

El hallazgo del submarino ARA San Juan


Hallaron al submarino ARA San Juan, a un año de su desaparición

La Armada Argentina confirmó que los objetos encontrados a 800 metros de profundidad corresponden al ARA San Juan.

"El Ministerio de Defensa y la Armada Argentina informan que en el día de la fecha habiéndose investigado el (Punto Dato) POI 24 informado por la empresa Ocean Infinity, mediante la observación realizada con un ROV (vehículo de observación remota) a 800 mts de profundidad, se ha dado identificación positiva al submarino ARA San Juan", señaló un breve comunicado.

Antes de confirmar la noticia, las autoridades de la Armada se comunicaron con los familiares de los tripulantes.

El viernes por la noche, el buque Seabed Constructor, a cargo de la búsqueda del submarino ARA San Juan, llegó al denominado "Sitio 1". Allí había sido detectado un objeto de "60 metros de longitud", a partir de un nuevo análisis de imágenes recopiladas durante los primeros días de la búsqueda.

Confirmación

El buque, enviado nuevamente a la búsqueda por la empresa Ocean Infinity, arribó a la zona a las 22:23 del viernes. Dos horas después, confirmó que se trataba del submarino desaparecido.

El Seabed Constructor navegó "con mejores condiciones meteorológicas", indicó el parte de la Armada, por lo que no tuvo inconvenientes para los operativos que finalizaron con el hallazgo del submarino desaparecido.

La confirmación llegó luego de que uno de los minisubmarinos se sumergiera 800 metros dentro del área "15A-4".

Dimensiones

La empresa Ocean Infinity había considerado que se trataba de un "contacto tipo C", es decir, de similitud con un submarino por sus dimensiones. Exactamente, "60 metros de longitud", confirmó un parte oficial difundido horas atrás por la Armada Argentina.

A raíz de esto se tomó la decisión de regresar a la zona el jueves, justo el último día en el cuál el Seabed Constructor tenía previsto hacer la búsqueda antes de suspender sus procedimientos hasta febrero por cuestiones de mantenimiento.

El hallazgo del submarino

La complejidad del relieve del lecho marino y el uso de la tecnología más avanzada disponible para desentrañar sus secretos. Son, a criterio de especialistas, las razones que explican por qué el ARA San Juan fue hallado un año después en la zona considerada, desde un principio, como la de mayores posibilidades para encontrarlo. Y por ende, la más transitada y barrida, a partir de que el 15 de noviembre de 2017 se perdió todo contacto con el submarino.

Cuando inició su operativo el 7 de setiembre pasado, el buque Seabed Constructor barrió cinco áreas, 1, 2, 3A, 3B y 4, coincidentes con las ya rastrilladas durante la etapa de ayuda internacional. Las dos primeras estaban referenciadas en un par de puntos clave del caso: la última comunicación con el submarino a las 7:19 (punto Iridium) y la anomalía hidroacústica registrada a las 10:51 del mismo día e informada 8 días después por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (punto CTBTO, por la sigla en inglés del organismo).

 Este último dato permitió identificar un área con el centro a 27 kilómetros de la última posición conocida del buque. En ese sector, ubicado frente al Golfo San Jorge, se encuentra el talud continental que está conformado por tres aterrazados. La parte superior, la más estrecha, tiene una pendiente pronunciada. El segundo está conformado por una pendiente más leve, de entre 700 y 800 metros de profundidad. Y termina en una superficie escalonada que llega hasta el talud inferior, a unos 3.000 metros de profundidad y desemboca en la emersión continental, también conocida como zona de las llanuras abisales.

Por la complejidad de acceso y riesgo para los vehículos autonómos submarinos (AUV) y los remotamente operados (ROV) con los que cuenta, Ocean Infinity dejó para el final del rastrillaje en cada área, la revisión de esos cañadones. Así sucedió con cada área que rastrilló, desde las cinco iniciales hasta las dieciséis que agregó después. Las siete que sumó al operativo durante la última semana, identificadas con los números 14 al 20, estaban destinadas a inspeccionar precisamente los gaps (baches) que había dejado el rastrillaje de los sectores oscuros o sombras, los de más difícil constitución por las características que presenta allí el relieve submarino.


Así se llegó al diseño de la subárea 15 A 4, ubicada dentro del área 1 original, la primera en ser barrida por el Seabed Constructor y subdividida en cinco zonas. El buque noruego llegó a ella el viernes 9 a la madrugada e hizo bajar a tres de sus AUV para que la rastrillaran en forma simultánea, lo que realizaron durante el fin de semana. Recién tres días después, el miércoles 14, pudo determinarse a bordo que entre los datos recogidos en la subárea 15 A 4 había un punto de interés necesario de verificar con ROV. El hallazgo ocurrió mientras el barco de Ocean Infinity viajaba unas 200 millas al Norte, hacia el sitio pedido por los familiares, donde sonaristas de la corbeta Spiro, habían oìdo "ruidos de casco".

Desde el Comando de Operaciones de Adiestramiento y Alistamiento (COAA) de la Armada en Puerto Belgrano explicaron que las formaciones rocosas que abundan en la zona contribuyen a enmascarar los objetos extraños al ámbito submarino que puedan caer allí. "A mayor profundidad la velocidad de las corrientes disminuye y cuando algo se deposita allí, las mismas corrientes generan 'socavones' a su alrededor" revelaron desde Hidrografía Naval. Agregaron que el objeto analizado no se erosiona tan rápido y la acumulación de sedimentos sobre su estructura es paulatina.

En cercanías al sitio donde fue hallado el ARA San Juan, ya se habían desechado una docena de contactos, la mayoría por tratarse de bloques geológicos.  Entre las áreas 1 y 2, se acumula más del 70% de los indicios detectados a lo largo del operativo de búsqueda que acumuló 94 contactos durante la primera fase y 24 desde que Ocean Infinity se hizo cargo de las operaciones. La tecnología más avanzada del mundo con la que cuenta su buque permitió ubicar finalmente al submarino. Los sonares de barrido lateral con ondas multihaz y magnetómetros de sus AUV como los dispositivos para la captura de imágenes y transmisión en vivo de sus ROV, permitieron desentrañar el misterio que el lecho marino guardó durante un año.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Descargar : Libros y Revistas

Sitios Amigos